La alimentación consciente es aquella que llevamos a cabo prestando atención a lo que nuestro organismo necesita en cada momento, para lograr alcanzar una homeostasis interna, un equilibrio, una armonía, y lo hacemos de manera respetuosa con nosotros mismos y con el entorno que nos rodea.  Para mí, este tipo de alimentación se basa fundamentalmente en 5 pilares que, casualmente comienzan por la letra S, así pues, bautizaré a esta entrada como “las 5 S para lograr una alimentación consciente”.

Os comentaré a continuación qué significado tiene cada una de estas “eses”.

Saludable

Una alimentación saludable es aquella basada en alimentos que aportan algún tipo de beneficio para nuestro organismo. No todos los alimentos aportan las mismas propiedades ni tienen los mismos efectos en todas las personas. Por ejemplo, unos garbanzos nos aportan principalmente proteínas e hidratos de carbono, y unas espinacas nos aportarán en mayor medida vitaminas y minerales. De igual modo, lo que para mí es beneficioso como unas legumbres que me dan energía y me mantienen saciada durante horas, quizás para ti no lo sean tanto, provocándote malestar abdominal y pesadez.

La alimentación saludable debe basarse en alimentos, en materias primas, y no en productos. La mayor parte de los productos que se venden en el mercado han experimentado algún tipo de procesamiento industrial en el que se han añadido sustancias externas, cuya finalidad va desde evitar que dichos productos se deterioren hasta potenciar su sabor y mejorar su aspecto. Como resultado, se obtendrá un producto final que dista mucho de la materia prima a partir de la cual ha sido elaborado.

Personalmente abogo por una alimentación basada en materias primas, que además sean de calidad, a partir de las cuales podremos elaborar platos exquisitos que aporten a nuestro organismo los nutrientes que necesita en cada momento del día.

Sostenible

Los seres humanos, como parte del ecosistema en el que vivimos, deberíamos adaptarnos a este y no maltratarlo o forzarlo para que nos brinde ciertos alimentos cuando no les toca. De igual modo, tampoco deberíamos consumir aquellos alimentos fuera de temporada o que proceden de lugares ubicados a miles de Km del nuestro. Para que nuestra alimentación sea lo más sostenible posible, optemos por comprar alimentos locales, de temporada y de proximidad. En el día a día evitemos comprar bolsas de plástico, acordándonos de llevar siempre nuestra bolsa de tela cuando vayamos a hacer la compra. Evitemos de igual modo comprar alimentos envasados en plástico y en la medida de lo posible, optemos por los productos a granel.

En nuestras manos está minimizar nuestra huella de carbono.

Sabrosa

Es un error muy común pensar que el sector de la población que lleva a cabo una alimentación saludable está a dieta continuamente y solo se alimenta de ensalada con lechuga y tomate y pollo a la plancha. Nada más lejos de la realidad. Una alimentación saludable y equilibrada estará formada por una combinación de alimentos muy ricos y nutricionalmente diferentes que hacen que juntos, una vez seleccionados y bien mezclados, obtengamos un plato repleto de un amplio abanico de nutrientes. De esta forma conseguiremos que no nos falte de nada. Tan solo se basa en echarle imaginación y ganas a la hora de cocinar.

Una vez que comiences a cuidar tu alimentación y sientas los beneficios que esta te brinda, te aseguro que no habrá vuelta atrás.

Sensata

Aquí deberíamos intentar imitar a los japoneses y aplicar su mantra “Hara Hachi Bu”, que viene a decir “come hasta estar un 80% lleno”. Los españoles somos muy dados a comer en exceso, sobre todo en reuniones sociales. Para llevar una alimentación más consciente deberíamos comer no solo aquello que nuestro fuero interno nos pida, sino hacerlo siguiendo unas proporciones adecuadas y a un ritmo también adecuado, para darle tiempo a nuestro organismo a liberar esas señales de saciedad y poder parar de comer cuando nos sintamos bien, sin esperar a sentirnos pesados. Igualmente, cuando vayamos a algún restaurante a comer, deberíamos pedir solamente aquello que realmente nos vayamos a terminar y no comer con los ojos, de esta forma evitaremos desperdiciar grandes cantidades de comida.

Aplica el principio 80/20 y verás cómo tu cuerpo se siente más ágil y ligero.

Social

Con la alimentación social me refiero no solamente al hecho de comer en reuniones o actos sociales, sino al hecho de no dejarse llevar por la forma que tienen los demás de alimentarse. Da igual si sigues una dieta vegetariana o vegana, si eres celíaco o intolerante a la lactosa, si no te gusta el alcohol o si realizas ayuno intermitente de 16 horas. Lo importante es saber quién eres y qué quieres, para evitar de esta forma ser arrastrado por los demás y acabar haciendo algo que sabes que provocará más perjuicios que beneficios a tu cuerpo. Los demás no van a excluirte o pensar que eres un “bicho raro” por no alimentarte como la mayoría, y si lo piensan, el problema está en sus cabezas y no en la tuya, ¿verdad?

Respétate y respeta a tu cuerpo, seguro que de esta forma lograrás sentirte más pleno y lleno de vitalidad.

Deseo que estos 5 tips te ayuden a reflexionar y cuestionarte si realmente estás siendo honesta u honesto contigo mismo a la hora de alimentarte, y si no es así, te animo a que poco a poco vayas introduciendo paulatinamente pequeños cambios en tu día a día hasta lograr conseguir una alimentación más plena y consciente.

¿Te apuntas?